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Grabado

“El hombre, al hollar el suelo con su planta y al hender con su mano el barro, comienza a darse cuenta de que la tierra recibe la forma que él le comunica y en ella se conserva receptora de su influencia”[1]

Francisco Esteve Botey

La importancia del grabado es vigente en la sociedad actual, y no en vano en el pasado se construyó en base al estudio de la escritura y el dibujo, después se puso en marcha la reproducción y difusión de libros, carteles, etc. En el siglo XV la escritura acompañada de la lectura seguía como un privilegio y sólo algunas personas tenían acceso. La imprenta sería la contraposición a esta elite, que poco a poco propagaría nuevas ideas, libertad de expresión, voz a los sin-voz. La segunda característica relevante de la imprenta y el dibujo, fue su posibilidad de registrar acontecimientos, de escribir nombres, mitos, aventuras hasta diversos conocimientos como la medicina, la física y las artes.

“Grabar es herir y segregar, hender, profundizar, restando materiales (…) para dejar señalados los trazos con que el dibujo perpetua su universal lenguaje.”[2]

 

Así el esculpir, rayar o cavar se encuentra en su etimología, y en diversas técnicas del Grabado se puede observar esta propiedad; uno retira material para generar los blancos en la imagen, en el caso de la xilografía, linóleo. También el retirar material y generar líneas ayudara a depositar tinta cuando el rodillo pase sobre la matriz, ejemplo de esto son las técnicas calcográficas y la punta seca. Igual encontraremos otras donde sólo el uso de la línea por un lápiz o tinta nos darán la imagen como la litografía y la siligrafía, etc.

“El hombre al caminar estampaba la huella, prediciendo la misma en repetición, es posible que este fenómeno le haya sugerido crearse un instrumento que produjera como el pié la impresión de una forma (…)”[3]

 

Para finalizar, las herramientas que encontramos en el taller de gráfica son diversas como el tórculo, la prensa, el rack, los rodillos, las espátulas, las latas de tinta, las ideas, el papel de algodón y la disposición de trabajo. Así el colectivo abre las latas y pone a tu interés de adquisición grabados originales, “saliditos” de la prensa y el tórculo.

[1] Botey,  Francisco Esteve Historia del grabado. Madrid: Clan Librería- Editorial, p. 9, 1935.

[2] Ibid.

[3] Whesteim, Paul. Grabado en Madera. México: Editorial, Fondo De Cultura Económica p.277, 1981.

Artistas

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